Como profesor de innovación, las reacciones a la presentación de nuevos productos me han fascinado desde hace muchísimo tiempo. En esta ocasión, la presentación del Apple Watch 4 y sus funciones de monitorización cardíaca y las reacciones que están generando entre la comunidad de especialistas sirven como un ejemplo interesantísimo sobre cómo esas reacciones pueden no solo predecirse y modelizarse, sino también sobre su valor a medio y largo plazo.